De manera algo inesperada, el Inter se impuso sobre el final 3-2 al Bayern Múnich, este miércoles en el estadio Allianz Arena de la capital bávara por los octavos de final de la Liga de clubes Campeones de fútbol de Europa, y clasificó para los cuartos del torneo.
El conjunto de Leonardo, que vio cómo estuvo fuera durante gran parte del encuentro, supo agarrarse a la competición que le llevó a la gloria hace diez meses gracias a un tanto del macedonio, que hizo inútil la remontada bávara. Gómez y Muller dieron la vuelta al tanto inicial de Eto'o, pero Sneijder y Pandev, a dos del final, consiguieron la clasificación en el segundo acto.
A pesar de los errores garrafales en defensa, el Inter de Milán sigue vivo gracias a su fe, a su orgullo y a Samuel Eto'o, un delantero sobresaliente que se echó al equipo a las espaldas y fue clave en un triunfo glorioso, histórico, apoteósico por cómo se produjo.
El ex del Barça igualó la eliminatoria en el minuto cuatro tras batir a Kraft, pero la alegría duro poco en el bando transalpino. Los muniqueses supieron reaccionar bastante bien y se agarraron a Robben. El holandés, que abandonó el Real Madrid por su fama de jugador de 'cristal', llevó el peso ofensivo de los suyos y, como ocurrió en la ida, produjo el primer gol.
Un disparo lejano a los 21 minutos forzó un error garrafal de Julio César y fue convertido en gol por Gómez, en un alarde de cualidades técnicas, ya que firmó un 'sombrero' precioso. Tras volver a decantar la balanza para los suyos, llegó el segundo tanto local, obra de Muller, que superó con gran sutileza al meta visitante tras un error de Motta, otro más de la zaga 'neroazzurra'.
Ribery hizo esforzarse al meta de la 'canarinha' en un 'mano a mano' y luego se produjo una carambola que favoreció a los italianos. Un centro largo del extremo francés encontró al ariete hispano-germano en el segundo palo. Éste realizó un gran escorzo, pero el balón se quedó bailando en la línea. Ranocchia y Muller se retaron a un 'sprint' y salió beneficiado el central italiano, ya que el balón fue escupido por la madera. Los locales empezaban a perdonar
Tras la reanudación, afloró el orgullo italiano, ese que no les permite hincar la rodilla en ningún momento. En el minuto 63, Sneijder aprovechó una buena dejada de Eto'o para fusilar la portería alemana desde fuera del área con un golpeo marca de la casa. Pandev la tuvo a continuación, pero su remate se fue alto. Van Gaal sufría y decidió sentar a Robben para meter a Altintop, intentando amarrar el resultado.