Catorce años después de que estos equipos se midieran por primera y única vez, hasta hoy, en la 'Carling Cup', ocasión en la que los "gunners" vencieron por 4-1, Birmingham y Arsenal ofrecieron un atractivo espectáculo en la catedral del fútbol inglés, el estadio Wembley.
Lo hicieron de igual a igual pese a la diferencia de estatus que los separa en la tabla de la Premier League, donde el combinado de Londres ocupa la segunda posición -con 56 puntos- y el de Birmingham suma sólo 30 en la décimo sexta plaza, a dos del terreno de descenso.
Ambos llegaban con hambre de títulos. El Arsenal irrumpió muy ofensivo y las seguidas ocasiones que tuvo en los primeros trece minutos de partido hacían anticipar una temprana ventaja de éste.
Entre esas opciones destacó una jugada individual del francés Samir Nasri, con la que advertía del peligro del Arsenal, un club que buscaba su primer trofeo desde la Copa de Inglaterra ganada el 21 de mayo de 2005 ante el Manchester United en la ronda de penaltis con los españoles Cesc Fábregas y José Antonio Reyes en la plantilla.
Precisamente la baja del actual capitán del Arsenal, Cesc, que se resintió de una lesión muscular en el último partido de Liga -el miércoles ante el Stoke (1-0)- fue notoria en la plantilla mientras el checo Tomas Rosicky trataba de hacerse con el puesto del campeón del mundo.
En el otro bando, las detenciones del guardameta Ben Foster en el cuarto de hora inicial permitieron al Birmingham seguir con esperanza.
Pese a la carencia de ataques importantes por parte del Birmingham, el plantel de Alex McLeish fue astuto para aprovechar las malas entregas del Arsenal y en el minuto 27 abrió el marcador tras un doble cabezazo dentro del área.
El autor del gol, el ex delantero serbio del Valencia Nikola Zigic, recibió un centro de cabeza que completó con esa misma parte de su cuerpo en un imponente salto con el que se ganó al meta y a varios defensores.
Contra todos los pronósticos, el Birmingham se adelantó en el marcador al equipo que llegó siendo favorito para la cita. Sin embargo, la obligación de ir a buscar el empate y, con la remontada en mente, el Arsenal despertó y cambió el ritmo del partido, que se mantuvo tenso e inquietante.
El dominio que ofrecía en esos momentos el Arsenal no permitió que el conjunto del norte de Londres llegara al descanso con inferioridad numérica.
Tras el intento fallido de Jack Wilshere, cuyo disparo golpeó el travesaño, la retención del ruso Andrey Arshavin resultó clave para que el punta de Holanda Robin Van se colocara y recibiera un centro que definió con perfección. Eso sí, le costó un dolor en la rodilla, por el que finalmente tuvo que retirarse.
En el momento de mayor espectáculo futbolístico se llegó al descanso. A su vuelta, el Arsenal arrancó con mayor contundencia, pero pasados unos minutos, el nivel de los dos equipos se equilibró.
Después de toda una segunda mitad intensa, llena de oportunidades para los dos adversarios, en la que salió al campo el chileno Jean Beausejour, pero sin aciertos, la salida del nigeriano Obafemi Martins como refuerzo del Birmingham, en sustitución del irlandés Keith Fahey, fue la llave de la victoria para ese equipo.
Éste saltó al campo como una bala y en una acción individual cuando el cronómetro marcaba el minuto 89 encontró la red. Así fue cómo el Birmingham City se proclamó campeón de la Copa de la Liga y levantó su primero trofeo importante desde 1963.
Ficha técnica
1.Arsenal: Szczesny, Sagna, Koscielny, Djourou, Clichy, Rosicky, Nasri, A Song, Wilshere, Arshavin (Chamakh m.77), Van Persie (Bendtner m.69).
2.Birmingham City: Foster, Carr, Johnson, Ridgewell, Jiranek, Bowyer, Larsson, Gardner (Beausejour m.50), Ferguson, Fahey (Martins m.83), Zigic (Jerome m.90+2).
Goles: 0-1: Zigic, m.28; 1-1: van Persie, m.39; 1-2: Martins, m.89.
Arbitro: Dean. Mostró cartulina amarilla a Koscielny y Clichy, del Arsenal, así como a Larsson, Jerome y Ferguson, del Birmingham.
Incidencias: Final de la Copa de la Liga disputada en el estadio londinense de Wembley ante 88.851 espectadores.