Castrillón (45'), Uribe (53') y Mena (75') marcaron para el club caldense. Aguilar (86'), descontó.
Once Caldas está de fiesta. Vive su momento de gloria. Celebra su cuarto título en el fútbol local. Cierra la década con un tercer campeonato ganado, con un fútbol efectivo que puso de pie a los más de 40 mil aficionados que llenaron el estadio Palogrande.
El equipo de Juan Carlos Osorio logró la estrella de diciembre. Supo quedarse con una victoria que trabajó desde el primer minuto de juego y dio vuelta al marcador adverso, 2-1, que había obtenido en la primera final disputada en Ibagué.
En la primera etapa, Once Caldas logró marcar un gol, igualar la serie con una anotación que fue clave, que terminó siendo determinante en la historia de este compromiso.
Cuando transcurría el minuto 45, Luis Núñez se perfiló para pegarle a la pelota con pierna izquierda y así lo hizo. El balón salió fortísimo, golpeó en el pecho del arquero Silva, quien dio rebote, y apareció Jaime Castrillón para poner arriba al club caldense. 1-0, serie igualada.
Fue lo mejor en un lapso en el que hubo pocas emociones, pocas llegadas ofensivas a los arcos. Apenas un acercamiento de Dayro Moreno, quien, al minuto 11, buscó acomodar la pelota en el ángulo, pero Silva mandó la pelota afuera con su brazo izquierdo.
El partido fue monótono en ese tiempo. Hubo acercamientos del conjunto local que buscó, insistió, trató de convertir, pero solo hasta ese último instante de la primera etapa se logró desequilibrar el compromiso.
En la segunda etapa, Once Caldas ratificó el título. Mostró su principal fortaleza en este campeonato: la efectividad en el arco rival y, además, su velocidad en el juego.
Una muestra de ello fue la segunda anotación. Dayro Moreno recuperó la pelota en su propio campo tras un mal pase de Marrugo, el delantero le entregó la pelota a Uribe en un pase de más de 40 metros, el defensa Martínez no logró impedir la habilitación, y Uribe definió en gran forma. Con un zapatazo de pierna derecha venció a Silva que hizo vista y recibió el segundo gol. Grito de gol en las tribunas que logró dar vuelta a la serie y que le exigió a Tolima buscar ese camino que tenía perdido en 53 minutos: el arco de Luis Martínez.
El conjunto 'pijao' salió a buscar el gol del descuento. Intentó llegar con jugadas de Wilder Medina y Jorge Perlaza, quienes terminaron siendo bien controlados por la defensa de Once Caldas.
Los minutos continuaban y mientras que el técnico de Tolima, Hernán Torres, mandaba al campo a Fernando Cárdenas y Hugo Centurión, el adiestrador del conjunto manizalita, Juan Carlos Osorio, hizo ingresar a Wilson Mena por Félix Micolta.
Y esa anotación surtió efecto. Porque Mena, con tres minutos en el campo, logró la tercera anotación para su equipo. Un gol que le puso el broche a un título bien logrado. El delantero aprovechó una mala salida del guardavalla Silva y con un toque preciso, de pierna derecha, aprovechando un rebote, aumentó la cuenta y partido liquidado.
Poco importó ese gol, de cabeza, de Danny Aguilar, quien descontó y logró el 3-1 para Tolima. Poco importó porque Once Caldas fue un legítimo campeón. Porque fue un equipo que se basó en la potencia goleadora de Dayro Moreno y Fernando Uribe, quienes fueron grandes figuras de este campeonato.
Con el pitazo de Wilmer Roldán, buen partido tuvo el juez antioqueño, comenzó la fiesta en el estadio Palogrande. En la vuelta olímpica del conjunto blanco que ya mandó a bordar una nueva estrella en su escudo, un nuevo título, el cuarto, en el fútbol profesional y que le servirá para vivir las mejores fiestas de fin de año. ¡Salud campeón!.
