54 Hispanoamericanos juegaron el Calcio

Nada menos que 54 hispanoamericanos pisaron el césped en esta jornada, 52 de los cuales pudieron ser evaluados, prácticamente el 20% de los hombres utilizados en la fecha.

El promedio esta vez fue de 6.4, apenas más bajo respecto al 6.5 de referencia al que estamos acostumbrados. El problema fue que se contaron muchas insuficiencias, unas cuantas graves.

De todas maneras, el aporte latino hispánico fue más que positivo: en efecto, siete goles y cuatro figuras de la cancha fueron el botín sudamericano. Los goleadores fueron Esteban Cambiasso, Edinson Cavani, Guillermo Giacomazzi, Abel Hernández, Javier Pastore, Alexis Sánchez y José Sosa.

De ellos, el uruguayo de Nápoli y los jugadores de Udinese y Palermo fueron los mejores de sus respectivos partidos; a ellos se agrega Diego Pérez, "the man of the match" en el desafío entre Bologna y Catania.

El mejor equipo de la semana estaría formado por: [4-3-2-1] Andujar (6.5) - Zúniga (7),

Zapata (7.5), Yepes (7.5) y Zanetti (8) - Pérez (8), Cambiasso (8) y Giacomazzi (7.5) - Sánchez (8.5) y Pastore (8) - Cavani (8.5)

Sergio Almirón - 1980 - (Argentina - Bari): 6.5 Prácticamente el único que hizo algo y que aún no se resigna a la retrocesión, que ya parece inevitable.

Edgar Álvarez - 1980 - (Honduras - Bari): 5.5 Entró al minuto 54 y tiene sobre la conciencia una ocasión desperdiciada que podía valer el 1 a 1.

Pablo Alvárez - 1984 - (Argentina - Catania): 5 Si bien la expulsión fue exagerada, sin dudas, él cometió demasiados errores, a comenzar por las dificultades que encontró en marcarlo a Moras, para seguir con las ingenuidades con las que cometió las faltas que costaron la doble amarilla.

Mariano Andujar - 1983 - (Argentina - Catania): 6.5 Sin culpas en el gol, mantuvo vivas las esperanzas de su equipo con una tapada importante.

Pablo Armero - 1986 - (Colombia - Udinese): 7 Corrió por toda la franja por un tiempo entero y fue una espina constante en el costado de Sampdoria. En el segundo tiempo tuvo que dedicarse mucho a la defensa, cosa que hizo con eficacia. Mariano Bogliacino - 1980 - (Uruguay - Chievo): 6.5 Más que un diez, por muchos momentos parece un "cinco" adelantado, puesto que más que dar verticalidad y meter cuchillazos, se dedica fundamentalmente a mover al equipo y a dictar los tiempos de juego. Lo hace bien y, por lo que parece, es eso lo que le pide su técnico.

Esteban Cambiasso - 1980 - (Argentina - Inter): 8 Leonardo sorprendió poniéndolo como volante por izquierda, en lugar que en posición de cinco. Él dejó a todos a boca abierta, jugando en ese rol como si lo hiciera desde una vida: atacó, se metió a menudo en el área, ayudó a doblar las marcaciones y, al final, con el gol del 5 a 3 cerró definitivamente un trámite que se le complicó más de lo debido a su equipo. Cerebro demostró que, si se es inteligentes, toso es posible en el fútbol.

José Castillo - 1975 - (Argentina - Bari): 4.5 Las chances que logró errar son simplemente increíbles. Sobre todo en el primer tiempo tuvo una ocasión realmente clamorosa, pero pifió el balón de manera terrible. Salió al minuto 82.

Edinson Cavani - 1987 - (Uruguay - Nápoli): 8.5 El gol del Matador, a ojos inexpertos, podría parecer fácil. En cambio, el gesto del uruguayo fue encomiable, porque entendió en pocas décimas de segundo lo que estaba haciendo el defensor, para cambiar pie en un instante y mandarla a guardar con un toque certero. En fin de cuentas, 18 goles en 24 partidos de Serie A no los hace cualquier delantero, sino sólo los mejores. Ernesto Chevantón - 1980 - (Uruguay - Lecce): 5.5 Adentro al minuto 63, otra vez más mostró luces y sombras: rozó el gol en jugada de pelota parada, pero arriesgó también la expulsión. Ingreso un poco nervioso. De estar más tranquilo, hubiera podido ser más útil.

Iván Córdoba - 1976 - (Colombia - Inter): 5.5 Toda su experiencia no alcanzó para tenerle frente a un ataque estelar. Sufrió contra Boriello.

Hernán Crespo - 1975 - (Argentina - Parma): 5.5 Lamentablemente, un remate que sale acariciando el palo vale cuanto uno enviado a la estrellas. Así, si bien él se movió bien y no tuvo grandes deméritos, salió de la cancha conciente de haber fallado una ocasión que podía entregarle el triunfo a su equipo.

Hernán Dellafiore - 1985 - (Argentina - Cesena): 6.5 Gracias también al hecho de que Lavezzi no quiso exagerar y jugó ordenado, el italo-argentino non tuvo muchos problemas y logró defender con eficacia.

Germán Denis - 1981 - (Argentina - Udinese): 6 Jugó veinte y pico minutos más descuento, en los que se movió bien y ayudó al equipo para mantener la pelota arriba.

Santiago García - 1988 - (Argentina - Palermo): 6.5 Tras las malas experiencias precedentes, esta vez estuvo más ordenado en defensa. En ese marco, fue muy sólido y eficaz y contribuyó positivamente a la causa de los rosanegros. De cualquier manera, está claro que se siente más cómodo atacando que defendiendo.

Walter Gárgano - 1984 - (Uruguay - Nápoli): 6.5 El cansancio por los muchos partidos jugados en el último periodo le quita precisión a sus pies, que nunca fueron muy finos. Pero no le quita fuerza a su corazón, que sigue empujando hasta el 90º minuto para correr, cortar, quitar y distribuir. Parolo y Colucci son dos rivales peligrosos, pero él supo como enfrentarlos.

Guillermo Giacomazzi - 1977 - (Uruguay - Lecce): 7.5 Metió un gol, el del 1 a 0, y rozó el 2 a 0 con un cabezazo que se estampó en la parte interna del palo. Jugó un gran encuentro, participó a la jugada del momentáneo 2 a 1 y por largos tramos fue el dueño de la zona central. Con sus cortes en el área desestabilizó a la defensa de Palermo. Única mancha: duró apenas una hora en altos niveles, luego bajó la intensidad.

Henry Giménez - 1986 - (Uruguay - Bologna): s.v. Once minutos más descuento en un partido raro y muy intenso. No se lo pudo evaluar.

Alejandro Gómez - 1988 - (Argentina - Catania): 6.5 Entre él y Schelotto volvieron loca a la defensa de Bologna por todos los veinte minutos que los equipos se enfrentaron en once contra once. Luego, hizo lo que pudo para defender y crear algo en ataque, hasta cuando dejó la cancha, faltando pocos minutos al final del partido.

Abel Hernández - 1990 - (Uruguay - Palermo): 7.5 Al regreso de la lesión que lo tuvo alejado por dos meses, ingresó en el complemento por Miccoli y en un tiempo logró anotar el gol fundamental del 3 a 2. Fue muy vivo en esa ocasión y hábil en la definición. Su retorno aumenta muchísimo el potencial de su equipo, tanto por sus características y su talento cuanto porque Palermo necesitaba urgentemente un "nueve".

Mauricio Isla - 1988 - (Chile - Udinese): 7 Como Armero, se movió bien por todo el primer tiempo y en el segundo se dedicó muy bien a la fase defensiva.

Ezequiel Lavezzi - 1985 - (Argentina - Nápoli): 6.5 Entendió pronto que para superar a Cesena hacía falta tranquilidad y continuidad, sin necesidad de jugar a ritmo alto. Así, bajó revoluciones, guardando energías y se dedicó a jugar ordenado. Performance esencial pero sin dudas útil.

Pablo Ledesma - 1984 - (Argentina - Catania): 5 Cometió muchos errores y hasta cuando hizo las cosas bien, a menudo desperdició lo bueno con algún fallo. Decididamente un partido "no".

Ezequiel Llama - 1986 - (Argentina - Catania): 6 Disputó los últimos dieciséis minutos más descuento, en los que hizo lo suyo sin infamia y sin gloria.

Gilberto Martínez - 1979 - (Costa Rica - Sampdoria): 7 El único de todo su equipo que logró cerrarlo de vez en cuando a Sánchez. El chileno, en efecto, prefirió tirarse por el otro lado, porque por la parte del costarricense estuvo realmente complicado pasar.

Jorge Martínez - 1983 - (Uruguay - Juventus): 6 A pesar de que, evidentemente, aún no está en condición, si el experimento del 4-3-3 funcionó fue sobre todo gracias a él, que se movió con gran orden táctico y supo dar un aporte suficiente. Salió al minuto 54, cuando ya había bajado su ritmo.

Gastón Maxi López - 1984 - (Argentina - Catania): 6.5 El delantero argentino, cuando todo parecía perdido, logró inventar un par de jugadas increíbles, como cuando le puso a Martinhio una buena pelota para buscar el 1 a 1. Él lo suyo lo hizo y, probablemente, en once contra once por todo el partido hubiera podido hacer la diferencia.

Diego Milito - 1979 - (Argentina - Inter): 5 Entró por Pazzini y, a pesar de una movilidad limitada, tuvo el balón para cerrar el match, que equivocó de manera clamorosa, disparando terriblemente alto. Por encima, en éstos días se lesionó y estará afuera otro mes y pico. Parecería que el fútbol le está pasando factura, luego de la brillante temporada pasada.

Santiago Morero - 1982 - (Argentina - Chievo): 6 Prácticamente veinte minutos de juego para firmar su primera presencia en campeonato. Hizo lo suyo de manera prolija, ayudando el equipo a aguantar el empate.

Ezequiel Muñoz - 1990 - (Argentina - Palermo): 5.5 Levantó mucho sobre el final del partido, luchando para aguantar la ventaja. Pero en la primera hora de juego se lo vio muy distraído, tanto que Giacomazzi fue peligroso cada vez que se metió en el área.

Néstor Muslera - 1986 - (Uruguay - Lazio): 5.5 Prácticamente sin trabajo por todo el partido, en ocasión del gol hubiera podido hacer algo más. Es cierto que por momentos tuvo la visual tapada, pero la pelota cruzó toda el área chica para encontrarlo a Cesar sobre el segundo palo.

Rubén Olivera - 1983 - (Uruguay - Lecce): 7.5 Uno de los mejores de la cancha, puesto que prácticamente cada jugada peligrosa de su equipo nació de sus pies y de su gran visión de juego. Medio punto menos y algo más por un codazo que le pegó a Pastore: el referí le hizo un gran regalo y cobró la falta al revés. De cobrar correctamente, hubiera debido expulsarlo.

Rodrigo Palacio - 1982 - (Argentina - Genoa): 7 Empezó en el banco, pero ingresó al quinceavo minuto porque Destro se lesionó. Tras un primer tiempo algo mediocre, en el complemento fue uno de los mejores de Genoa, moviendo los defensores rivales de un lado para el otro y creando muchas dificultades. Con una gran jugada provocó la amarilla de Thiago Silva.

Javier Pastore - 1989 - (Argentina - Palermo): 8 Figura de la cancha: anotó el gol del 2 a 2 con un diagonal quirúrgico de derecha, luego tiró una pared fantástica con Ilicic, para habilitar al esloveno para el cuarto tanto de Palermo. El Cisne Cordobés hace las cosas con tanta simplicidad que todo parece fácil, cuando lo pasa por sus pies. Por encima, Lecce le reservó un tratamiento "especial", puesto que le pegaron por noventa minutos, con o sin pelota. El aguantó por mucho tiempo, pero al final explotó y se lamentó animadamente. Debe aprender a soportar, porque el Calcio es así, en lo bueno y en lo malo.

Alexis Sánchez
Getty ImagesEl chileno Alexis Sánchez fue la figura de Udinese
Maximiliano Pellegrino - 1980 - (Argentina - Cesena): 6 Marcarlo a Cavani es realmente complicado. El falló al inició, cuando no logró cerrar en ocasión del gol. Pero luego le concedió realmente pocos espacios al ataque del Burro.

Diego Perez - 1980 - (Uruguay - Bologna): 8 Catania, a pesar de jugar con hombre menos, fue más que Bologna. Así, los rojoazules tuvieron que sufrir para llevarse los tres puntos. En ese marco, el uruguayo fue el hombre clave del partido, porque nunca falló y prácticamente levantó un dique en la línea de la media cancha. Un trabajo táctico y físico encomiable. Ignacio Piatti - 1985 - (Argentina - Lecce): s.v. Diez minutos más descuento con su equipo obligado a recuperar dos goles.

Adrián Ricchiuti - 1978 - (Argentina - Catania): 6 Partido de sacrificio para aguantar una situación complicada. Jugó bien en fase defensiva, pero estuvo algo impreciso a la hora de armar la maniobra.

Alexis Sánchez - 1988 - (Chile - Udinese): 8.5 El chileno jugó un partidazo y mostró un par de cosas impresionantes, como la jugada increíble con la que construyó el segundo gol: la facilidad con la que se metió en el medio de tres y les sacó cinco metros fue desconcertante, como lo fue el perfecto cuchillazo para Di Natale. A todo eso, metió también el gol del 1 a 0 con un buen golpe de cabeza. Fue desequilibrante con sus jugadas en velocidad, sus gambetas y su capacidad de cambiarle el ritmo al juego.

Mario Santana - 1981 - (Argentina - Fiorentina): 7 Sigue cambiando constantemente de rol , a según de lo que le sirve minuto por minuto a Mihajlovic. Él, adonde lo meten lo meten, brinda siempre un aporte más que positivo, tanto en fase defensiva cuanto en la ofensiva.

Lionel Scaloni - 1978 - (Argentina - Lazio): 5 Ingresó al minuto 19 por el lesionado Radu y enseguida se lo vio muy positivo en ataque, pero en defensa anduvo realmente mal. Cometió muchos errores, como cuando le regaló a Chievo el córner del cual nació el gol del empate. No fue sólo su culpa, claro, porque no es fácil jugar bien pasando meses más en tribuna que en el banco. Reja debería administrar el plantel con mayor inteligencia.

Ezequiel Schelotto - 1989 - (Argentina - Catania): 7 El mejor de Catania y uno de los mejores del partido. Hasta que los equipos se enfrentaron en paridad numérica, jugó bárbaro y puso en dificultad a la defensa rival. Luego, cuando Alvárez fue expulsado, se sacrificó en jugar bajo por derecha, sin pero renunciar a un aporte ofensivo. Realmente un buen match el suyo. Matías Silvestre - 1984 - (Argentina - Catania): 6.5 Puso todo lo que pudo y no se rindió jamás. Al final, a pesar de la inferioridad numérica, logró contener los ataques de Bologna.

José Sosa - 1985 - (Argentina - Nápoli): 6.5 Paradójicamente, a menudo jugó muchos minutos pero no pudo encontrar el gol y, en cambio, esta vez que ingresó únicamente para que pasaran los segundos, tuvo la chance de anotar su primer tanto en el campeonato. Nota al mérito de haber cerrado el partido jugando sólo cinco minutos.

Nicolás Spolli - 1983 - (Argentina - Catania): 6.5 Como Silvestre, aguantó con coraje y fue solvente, tanto por arriba que por abajo.

Fernando Tissone - 1986 - (Argentina - Sampdoria): 5 Debía jugar en posición de enganche, fundamentalmente con la tarea de presionarlo a Inler. Nunca encontró la posición y su rival gozó de mucha libertad.

Mario Yepes - 1976 - (Colombia - Milan): 7.5 Otro gran partido del Pirata, quien se ganó definitivamente la confianza de sue ntrenador y ya no hace extrañar a Nesta. No tuvo nada que ver en la jugada del gol de Genoa y, por lo demás, estuvo atento, sólido y seguro.

Javier Zanetti - 1973 - (Argentina - Inter): 8 Ya no hay más palabras para el Pupi. Ante Roma jugó por izquierda y luego por derecha, haciéndole frente a uno de los mejores ataques de Europa. Él no sólo cubrió con la acostumbrada solidez y eficacia, sino que, hasta el último minuto de juego, tuvo la fuerza de ganarles a todos sus rivales, robando pelotas por todos lados. Es cierto que lo sufrió a Vucinic, pero siempre encontró la manera para limitar los daños en un duelo del que, al final, salió ganador.

Cristian Zapata - 1986 - (Colombia - Udinese): 7.5 Como su equipo, también él creció paulatinamente hasta tocar niveles excelentes en este periodo. Logra jugar con tanta solidez que difícilmente sus rivales encuentran la manera de gambetearlo. Además, es muy solvente también en el juego aéreo.

Mauro Zárate - 1987 - (Argentina - Lazio): 5 La manera de jugar que le imponen, en cambio de corregir sus defectos los está empeorando. Recibe demasiado lejos del arco y muy abierto sobre una franja, como para poder jugar de primera o para ser decisivo en fase ofensiva. De todas maneras, él pone también de lo suyo, puesto que al inicio se movió bien y con sacrificio, pero tras un rato se cansó y se dedicó al juego estético, más que a lo concreto.

Juan Zúniga - 1985 - (Colombia - Nápoli): 7 Falló solamente en la precisión, puesto que por dos veces se presentó de manera fantástica en el área, pero erró la definición. Por lo demás jugó muy bien, fue el dueño de la franja y metió la asistencia para el gol de Maggio (que el referí no otorgó porque no se dio cuenta que el balón había cruzado por completo la línea de sentencia).